Comentario
MEMORIAL 36
El Capitán Pedro Fernández de Quirós. Digo que el Secretario Pedro de Ledesma me dilo hiciese los apuntamientos siguientes en orden al despacho que S.M. manda me sea dado a mi satisfacción aquí, para que el Virrey del Perú me dé todo lo necesario a las tierras que S.M. manda que yo vaya a poblar.
500 mil ducados que se han de gastar de la caja de la Ciudad de los Reyes, del que más a la mano estuviere, con los cuales 500 mil ducados se cifra el gasto de todas las cosas siguientes.
6 clérigos doctos, 12 clérigos de San Francisco, descalzos o de la observancia, hermanos de Juan de Dios, que serán bien necesarios así para acudir a enfermos como para dar principio a hospitales.
Mil hombres, los más que pudieren ser casados y oficiales de todos los oficios menesterosos en tal parte, y algunos mineros.
Memorial de comienzos de junio de 1610, a Ledesma, secretario del Rey en el Consejo de Indias. Original en el Archivo General de Indias de Sevilla y copia en la Biblioteca Nacional de Madrid.
Navíos aparejados y marinerados, los que fueren menester para llevar esta gente con todos los bastimentos, artillería con versos, mosquetes, arcabuces, pólvora, plomo, cuerdas, hierro de picas, rodelas, botica, médico, cirujanos, barberos.
Demás de lo dicho conviene llevar de respeto una buena partida de bizcocho, harina, vino, vinagre, azufre y otros géneros, así para de tornaviaje como para la gente sustentarse en cuanto se siembra, se coge y se busca de comer en la tierra por medio de las cosas del rescate que también se me ha de dar, así para este fin como para contentar a los indios y rescatar con ellos las de valor que tuvieren. Debe advertirse cuanto importa no ir falto de comida, pues ésta no sufre dilación de un día, aunque por fuerza se quite a los indios la que tienen por no escandalizarlos.
Iría buena partida de velas, jarcias, brea, sebo, copey, estopa, clavazón, pernos, áncoras, resones y otras cosas para aprestar los navíos que he de llevar y estos quizás por viejos no podrán volver, y ha de ser fuerza hacer otros para enviarlos cargados con las cosas de la tierra y de avisos a Mexico y a Lima, y otros que serán a propósito para descubrir con ellos y trajinar en la tierra y en las islas.
Una buena partida de cañamazos y cordellates, otra de Ruan y de camisas para suplir el vestido a soldados, y juntamente sombreros, alpargatas, espadas, cuchillos, machetes, hachas de una mano para abrir caminos cuando marcharen por los montes, y otras cosas que no se pueden excusar, así para aviarlos como para su conservación; lo necesario porque la iglesia y altar estarán con decencia y autoridad y los indios se aficionen. Una calzadura de tafetanes o de guadamecíes, un dosel, un palio, una custodia, ornamentos, campanas y cera labrada, con todo lo demás que se debe al culto divino, y juntamente el vestuario para los religiosos.
Una gran partida de hierro y acero porque allí se (debe) labrar y calzar todas las herramientas necesarias a las fábricas, sementeras, plantas, minas, y hanse de llevar hechas algunas para luego servirse dellas.
Cuatro instrumentos con sus fogones de hierro y hornos de cobre para sacar agua dulce de la salada, y algunas ollas, calderas, peroles, sartenes, embudos, candiles, hornos de pan y otras piezas de cobre que son allí bien menester, así en tierra como cuando se volviere a navegar.
Todas las dichas partidas, así las del despacho principal, como las de respeto y rescate, y pagas de gente, carenas de navíos, aparejos de ellos, con más todas las otras cosas que he de pedir en Lima (que sería largo decirlas) han de costar solamente los 500 mil ducados referidos. Advierto cuanto conviene que los precios sean con mi intervención, los géneros a mi satisfacción y juntamente todo el despacho, sin entrar en mi poder un solo maravedí, porque de otro modo puede ser cueste doblado y que lleve mucho menos de lo que es menester para bien de la obra, y que salga tarde del puerto y que todo lo pague la hacienda y el servicio de S.M., aunque el Virrey del Pirú más se desvele y lo procure.
Siendo el despacho en la forma que está dicho y con las fuerzas necesarias para que sin contradicción ni duda alguna ni dilación se cumpla, y juntamente que se me dé cédula de mi titulo de Gobernador y Capitán General, y otra cédula para que ministros de S.M., a donde quiera que llegare, no me impidan y todos me ayuden, y la cédula de los 6 mil ducados de mi ayuda de costa que se me den aquí para desempeñarme y despacharme, y la del hierro que se me ha de dar en Sevilla. Con todo lo cual se suma la mitad que S.M. me hace a mí satisfacción estaré contento. La brevedad, que se acaba la vida.